miércoles, 20 de agosto de 2008

La experiencia de Toledo

Todo fue más o menos como lo planeamos, a la hora prevista ya estábamos todos en la estación por lo que en esta ocasión no hubo contratiempos. En treintas minutos después de la salida del tren desde Atocha ya nos encontrábamos en nuestro destino.

Lo primero que destaca al llegar a Toledo es desde luego su estación de trenes. Digna de mención por su arquitectura neo-mudéjar y sus vidrieras, todo un augurio de lo que le seguirá después.

La estación de trenes de Toledo no se encuentra muy lejos de la ciudad, su ubicación al otro lado del Río Tajo, permite acceder a la ciudad con una de las panorámicas más favorecedoras de la ciudad. Justo sobre el mismo Tajo, siendo cruzado por uno de sus nuevos puentes ya se puede apreciar el carácter fortificado de la ciudad, rodeada de diversas murallas en distintos niveles.

Accedimos al recinto amurallado por la puerta de Bisagra, y desde allí fuimos subiendo hasta alcanzar el Alcázar que no pudimos visitar por encontrarse cerrado.

Siendo día de fiesta y celebración como es un 15 de Agosto en toda España, Toledo también contaba con la suya. "El día del Agua". La Catedral accesible por la mañana se encontraba repleta y optamos por acercarnos más tarde.

Después de recorrer las sus calles y visitar alguna capilla o monumento como el Monasterio de San Juan de los Reyes, y antes de regresar, tuvimos la oportunidad de acercarnos a los restos del antiguo "Circo" Romano y cruzar el puente de Alcántara, empleado en la Edad Media puerta para controlar el acceso a la ciudad.

Con la cantidad de Monumentos y posibilidades de la ciudad, fue un día realmente corto en el que apenas pudimos descubrir y explorar esta fantástica ciudad.



























































_
















































































_





No hay comentarios: